Considerado como uno de los países más económicos de América Latina y joya para los amantes del backpacking, los viajes a Bolivia se consolida como la quinta esencia de esa ansiada aventura por el corazón de Sudamérica. Atrapada entre el lago Titicaca, el Amazonas y los Andes, este recorrido por algunos de los mejores lugares de Bolivia te harán replantearte seriamente tus próximas prioridades viajeras.
La ruta que os traemos abarca el oeste de Bolivia, a fin de aglutinar algunos de los grandes highlights del país en cuatro días sin que vuestra primera inmersión en el país suponga un ejercicio demasiado intenso.
El espejo del cielo
Cuando arrancamos un viaje a América en grupo o por libre, debemos saber que nos adentramos a un mundo desconocido y ancestral en el cual aún podemos apreciar vestigios del gran pasado que atesoran. Cuando observamos las luces de La Paz salpicadas en ese valle de Los Andes cuesta imaginar que la ciudad situada a mayor altitud del mundo haya podido sobrevivir en un escenario tan abrupto y ermitaño.
Sin embargo, la que fuera designada como una de las ciudades maravilla del mundo en 2014 luce orgullosa su condición de joya étnica y colonial en el corazón de un país famoso precisamente por su ausencia de urbanismo y una naturaleza llena de contrastes.
A nuestro paso por esta primera parada, la calle Sagarnaga se convierte en el mejor punto de partida. Una vez situados seremos testigos de las vistas del pico nevado de Illimani espiando entre las calles coloniales, podremos saborear unas llauchas (o empanadas de queso, chiles y cebolla) en un tenderete típico, sucumbir al misticismo del Mercado de las Brujas, o tantear la posibilidad de dejar atrás la ciudad y sumergirnos en el Valle de la Luna, terreno arcilloso y erosionado que parece un reflejo del satélite que Neil Armstrong pisara en 1969.
La Paz se convierte en el perfecto umbral a la hora de surcar un territorio oeste franqueado por las fronteras con Chile y, especialmente, Perú, país con el que Bolivia comparte un lago Titicaca en cuya orilla aguarda el delicioso pueblo de Copacabana, paraíso para los amantes del senderismo. Una pequeña ciudad que también ofrece diversos trayectos en barca hasta las islas del lago en las que los indígenas aún rinden tributo al dios sol.
Continuando hacia el sur, nos adentramos en los páramos desiertos que Bolivia comparte con Chile, dando lugar a uno de los lugares más famosos del país: el Salar de Uyuni, el más grande del mundo. La blancura del salar adquiere en ocasiones tonalidades rosáceas, amarillas y, en otras, transparentes; tanto, que el propio cielo se refleja en este singular “espejo” en el que encontraremos flamencos y dunas de sal.
Un psicodélico escenario tras el cual llegaremos la ciudad de Potosí, situada a 241 kilómetros del salar. Esta ciudad, en la cual convivieron esclavos africanos, otros indígenas y colonos españoles traduce su fortuna minera en un despliegue de mansiones, calles empedradas y palacetes lujosos que conforman un patrimonio designado por la Unesco en 2014 a fin de preservar el famoso cerro erosionado por la actividad económica de la zona.
Una ciudad ideal para descansar tras ese viaje de sensaciones entre lagos místicos, llanuras saladas y ciudades coloniales que no hacen sino caldear una ruta a esos lugares más
tropicales de Bolivia con los que esperamos ilustraros muy pronto y a los que, igualmente, podéis viajar desde YA.
Escrito por: Alberto Piernas
El corazón de Sudamérica es Paraguay