¿Un sinónimo de paraíso? Pues los cayos de Cuba que son capaces de adentrarte en un mundo fascinante de azules y verdes. Y es que esta, la principal isla del Caribe por su historia y colores, por la tradición que respiran sus etnias, ritmos y gastronomía; es tan especial por sus playas. Si cualquier persona pregunta cuál es la mejor playa de Cuba, posiblemente muchos respondan Varadero, una ensenada tan recomendable como turística.
De ahí que el mejor plan sea adentrarse en uno de los muchos cayos que rodean la isla. Concebido como un término de origen antillano, un cayo es una pequeña isla de baja altitud rodeada de un gran abanico coralino. Los encontramos en lugares del mundo como la Polinesia Francesa o la propia Gran Barrera de Arrecife. Aunque es la zona del Caribe la que atesora algunos de los más famosos. Desde Venezuela a Florida pasando por Bahamas, pero especialmente Cuba, la joya de la corona.
Los cayos, esos pequeños paraísos, generalmente semivírgenes a pesar de la presencia de algún hotel, suponen perfectos enclaves donde desconectar unos días del bullicio. Y a ellos te invita esa gran máquina del tiempo llamada Cuba. Elegir un cayo como destino supone una buena opción, más allá de una ruta por obligados enclaves culturales como La Habana, Trinidad, Cienfuegos o Santa Clara. Sin embargo, siempre será recomendable elegir aquel que más cerca quede de una determinada parada. Elige tu personal paraíso a través de los mejores cayos de Cuba.
Cayo Coco
Ubicado en el corazón de la costa norte de Cuba, Cayo Coco es uno de los destinos playeros imprescindibles de la isla, especialmente tras una visita a Santa Clara o Camagüey. El mismo forma parte de la cadena de islas conocida como Jardines del Rey, cuyos 22 kilómetros de extensión también engloban Cayo Cruz, Cayo Romano o Cayo Guillermo, enlazado con Cayo Coco a través de una carretera. Visitar este último supone todo un deleite para los sentidos a través de playas como Las Coloradas, Playa Larga o Playa Flamencos, salpicado de numerosos ejemplares de avifauna.
Cayo Santa María
No lejos de Santa Clara yace un pueblo llamado Remedios, que supone la perfecta alternativa para el viajero que busque un oasis colonial alejado de los circuitos turísticos. Una tranquila localidad de casas de colores y fiestas tradicionales (sus famosas “Parrandas” son un buen ejemplo) la cual supone el perfecto nexo con el Cayo Santa María. Se trata de una isla de 21,4 kilómetros donde, especialmente en el tramo final conocido como Las Gaviotas, el más virgen de todos, encontrarás playas kilométricas de tres azules, cabañas erosionadas entre la maleza y la certeza de haber llegado al paraíso que viniste a buscar.
Cayo Largo
También conocido como Cayo Largo del Sur, esta isla se ubica en el archipiélago de los Canarreos. A 135 kilómetros de la Isla de la Juventud.
Este es un paraíso totalmente apartado descubierto por Cristóbal Colón en su segundo viaje a las Américas, donde coexisten las playas más turísticas y otras vírgenes.
Diez hoteles se reparten el turismo en este cayo de playas salvajes, como Playa Punta Mal Tiempo, al suroeste, Playa Tortuga, en el este, o Playa Luna, al noreste.
Cayo Jutías
A una hora en coche desde la zona de Viñales, cuna del puro habano y uno de los principales lugares de interés de Cuba. Existe otro cayo que supone la meca perfecta para amantes de las playas, la tranquilidad y el buceo.
Considerado como uno de los rincones más vírgenes de la costa noroeste de la isla (tanto, que no se ha registrado la presencia de ningún hotel en la zona, salvo alguna casa particular aislada), Cayo Jutías es famoso por sus arrecifes, ideales para estrenar las gafas de buzo, o una playa homónima de aguas translúcidas donde perder la noción del tiempo.
Si alguien te pregunta por el paraíso, recuerda, su representación en la Tierra son los cayos de Cuba. Aquí el agua tiene más azules que en ningún otro lugar y perderse en sus colores es más una obligación que una simple sugerencia.
Escrito por: Alberto Piernas Medina
Vive Cuba
Un libro: Tres tristes tigres – Guillermo Cabrera Infante
Una canción: Guantanamera – Compay Segundo
Una película: Habana Blues
Un plato: Arroz congrí