A 320 kilómetros al este de San Francisco, la naturaleza se extiende a lo largo y ancho de casi 3100 kilómetros cuadrados dando lugar al Parque de Yosemite, uno de los lugares más apasionantes de Estados Unidos gracias a un 95% de naturaleza salvaje traducido en pendientes de granito, cascadas imponentes y secuoyas que parecen extraídas de una película de James Cameron. ¿Nos acompañas de ruta por el Parque Nacional de Yosemite?
El mosaico natural de California.
“El cielo parece aún más lejano”. Esta es la sensación que sacude a todo visitante que alza la vista en Mariposa Grove, una de las secciones del Yosemite y de las más cercanas al umbral de entrada. A lo largo de más de un kilómetro las enormes secuoyas, árboles que pueden alcanzar hasta los 115 metros de altura y 7 de diámetro, extiendes unas copas que pueden vivir hasta 3 mil años.
Este es uno de los grandes highlights de uno de los parques nacionales más grandes de Estados Unidos, ubicado junto a Sierra Nevada y que en un año en el que se celebra el centenario del National Park Service parece lucir más imponente que nunca. Nombrado patrimonio de la Unesco en 1984, el Yosemite recibe hasta 3 millones de visitantes al año, concentrando parte de su interés en el homónimo valle de Yosemite, el cual sirve de umbral a los más de 1300 kilómetros de senderos que convierten cualquier ruta a través del parque en todo un reto para los hikers. Por si esto no fuera poco, en la época veraniega se habilitan circuitos para practicar escalada de roca en El Capitán, el acantilado más famoso del valle de Yosemite, rafting a través del río Merced o excursiones por la nieve y otras zonas del parque como Glacier Point.
Diversos lugares que también acogen cientos de especies animales y vegetales, éstas últimas introducidas por los inmigrantes europeos en el siglo XIX. Entre los animales más imponentes encontramos el zorro rojo de Sierra Nevada, el famoso oso negro, el búho moteado o la ardilla de cola dorada.
Las altitudes del parque y la presencia de clima mediterráneo también han permitido la presencia de cientos de plantas y ecosistemas variados que van desde los bosques alpinos de las zonas más montañosas (alcanzando hasta los 6 mil metros de altura), los árboles de enebro y pinos Jeffrey en sendas secciones del Montane Forest, o los robles de las zonas de menor altitud.
No obstante, tal celebración de la naturaleza merece más de una consideración. Y es que en los últimos reportes del Yosemite la cifra de especies animales en peligro de extinción ha aumentado a 40 en total, entre ellas las cabras de Yosemite o el búho gris. A su vez, la presencia de osos negros desnutridos que han abandonado sus lindes en busca de comida se han multiplicado durante los últimos años y el exceso de óxido de carbono ha comenzado a ahogar a las secuoyas.
Un toque de atención a fin de potenciar aún más la concienciación en torno a uno de los parques más impresionantes de América.
Escrito por: Alberto Piernas
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