Si estás pensando en realizar una aventura alternativa a Namibia, no puedes irte sin conocer a la tribu de los himba, una de las más singulares del continente africano. Según las estadísticas, África alberga un total de 3.000 tribus diferentes. De estas, el país de Namibia alberga un total de 13, entre ellas los kavango, los damara, los nama y en la que hoy centramos nuestro interés.
Considerado como uno de los grupos étnicos más peculiares del país, los himba viven en Kunene, una región árida al norte de Namibia antaño conocida como Kaokolandia. Gentes auténticas, de cuerpos semidesnudos y ornamentos imposibles convertidos en los mejores anfitriones durante cualquier visita a la inconfundible Namibia.
Costumbres de la tribu de los himba
En África siempre han existido cientos de tribus, si bien muchas de ellas han visto sus tradiciones erosionadas por la llegada del imperialismo y la colonización a lo largo de los siglos. Sin embargo, los himba no son una de ellas. Considerados como pobladores seminómadas, han conseguido mantener un modo de vida y tradiciones del mismo modo que lo hacían doscientos años atrás, con todas las normas y códigos éticos que ello conlleva.
Su idioma es el otjiherero, heredado de la tribu herero de la que se separaron dos siglos atrás. En lo que respecta a la jerarquía tribal, el jefe de cada tribu es también el líder espiritual de la comunidad. Además, los hombres son polígamos y no pueden pasar sin atender a cada una de sus esposas más de dos noches. Curiosamente, los pagos o multas a través de ganado son mayores en caso de que una mujer sea asesinada, mientras que por un hombre es menor.
Ataviados tan solo con un taparrabos pero con numerosos collares y brazaletes, se han mantenido al margen de la sociedad occidental durante todo este tiempo, si bien el turismo ha llevado parte de la esencia exterior a sus poblados de chozas de paja erguidas gracias a los excrementos de sus vacas, su principal fuente de alimento y sustento.
Las mujeres himba se encargan de extraen leche y también papillas de su ganado, ungüentos curativos y acompañamientos para la carne que consumen. Además, también utilizan la manteca de vaca para untarse el cuerpo y así protegerse del sol y de los mosquitos. Suelen vivir agrupados en 3 o 4 pueblos diferentes, grupos liderados siempre por un jefe. A su vez, unos pocos niños pueden asistir al colegio, aunque algunos (no demasiados) sí han podido acudir a la universidad y cursar una carrera.
¿Se puede visitar a los himba en Namibia?
Aunque no están organizados para el turismo, sí son conscientes de la presencia de viajeros que llegan a Namibia para conocerlos. Aunque moran en la mencionada Kunene, no lejos de las visitables Epupa Falls, también existen algunos repartidos por otros lugares como Outjo, mucho más al sur.
De hecho, es usual entrar a una tienda y ver a una de las típicas mujeres de la tribu himba semidesnuda, ondeando su larga melena de trenzas y con un bebé en la espalda. Amables, no dudarán en conducirte a su poblado y enseñarlos. Aunque eso sí, puede que te pidan “una propina” o dulces para los niños.
Su interacción con los viajeros occidentales les vuelve vulnerables, tanto a nivel cultural como sanitario, ya que muchos niños han comenzado a sufrir caries a causa de los caramelos recibidos por los visitantes. Por ese motivo, aconsejamos en todo momento mantener un trato respetuoso y pacífico durante una visita a la tribu.
En Horizonte Paralelo fomentamos un viaje respetuoso y responsable que cumpla con todas las normas y requisitos para conocer a otras personas y etnias de forma amistosa, consciente y respetando en todo momento su vasta herencia. Aunque la zona no ha sido explotada del todo por el turismo, conviene que siga siendo así. ¿Te gustaría viajar a Namibia con Horizonte Paralelo y conocer a los himba de una forma diferente?
Escrito por Alberto Piernas Medina.
Vive Namibia
Un libro: Rosa sangrienta – Margie Orford
Una canción: Makgona Ngwao – Makgona Ngwao Cultural Group
Una película: Baxu and the Giants
Un plato: sopa de mahangu