La primera idea que nos viene a la cabeza al pensar en Perú es su riquísimo patrimonio histórico y cultural, centrado sobre todo en su herencia inca. Pero no hay que olvidar que su patrimonio natural y ambiental no se queda atrás: es una tierra infinitamente diversa en cuanto a paisajes se refiere, y que cuenta con multitud de espacios protegidos de la selva al desierto, de la playa a la alta montaña.
Aquí no nos van a caber todos, así que prepara las botas y la brújula que hoy vamos a echar un vistazo a los más famosos Parques Naturales peruanos; esto es, los que llaman de “uso indirecto”, donde no se permiten modificaciones del ambiente natural y cualquier actividad humana (científica o turística básicamente) está fuertemente regulada y controlada.
El PN de Huascarán (Ancash) tiene que aparecer el primero por fuerza; es la auténtica joya de la corona. Cuarenta años de historia, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, sus 340.000 hectáreas albergan valles, lagunas, glaciares (¡siete microclimas!), aparte del coloso que da nombre al parque, con más de 6.500 metros de altitud. Aquí encontrarás la mayor flor del mundo, la puya, y mamíferos tan peculiares como el oso de anteojos.
Cutervo y Tingo María, los más antiguos del país
El Parque del Manu (entre Madre de Dios y Cusco) tiene las mismas credenciales que Huascarán. Un amplísimo territorio subtropical en el que se encuentran el Amazonas y los Andes, con un núcleo estrictamente controlado donde viven unos mil indígenas y donde, se dice, se oculta Paititi, la Ciudad Perdida de los incas. “Bosques de nubes”, enormes árboles e incontables especies de aves (es un decir, han contado 1004, que no está mal) lo hacen único.
Los Cerros de Amotape se sitúan entre Tumbes y Piura, muy cerca de Ecuador y de la costa. Otra Reserva de la Biosfera, única por su bosque seco tropical con monos, jaguares, cocodrilos y muchas aves, algunas apenas identificadas. Un ecosistema de contrastes y delicado, con árboles retorcidos y animales en peligro de extinción; un Perú inesperado.
Espacios naturales enormes, remotos y verdaderamente únicos
En torno al río Abiseo (departamento de San Martín) se sitúa otro parque peruano clásico, en este caso Patrimonio de la Humanidad. Aquí puedes pasear entre helechos, orquídeas, caucho y caobas en un entorno riquísimo y lleno de endemismos denominado Selva Alta (boscoso, húmedo, a una altitud importante). Si tienes suerte podrás avistar al rarísimo mono choro de cola amarilla. Eso sí, entrar no es nada fácil, es necesario obtener un permiso especial…
En el Pasco, en plena Selva Central peruana, está el cautivador parque de Yanachaga Chemillén. Un paisaje de ensueño, cuajado de montañas boscosas. Su ubicación entre los Andes y el Amazonas y su importante verticalidad (de 450 a 3.600 metros) lo convierte en una de las regiones más diversas biológicamente hablando del mundo, con infinidad de especies animales y vegetales. Es Reserva de la Biosfera desde 2010.
En el tintero se quedan otros espacios impresionantes: Bahuaja Sonene, Cordillera Azul, Otishi, Alto Purús, Cordillera del Cóndor, declarados Parques Nacionales en los últimos quince años y que todavía esperan ser descubiertos por las masas turísticas. Date prisa y llega antes que ellos; eso sí, intenta que tu paso por allí deje la menor huella posible, por favor…
Escrito por Víctor Zamorano.
Fotos: Flickr. / OFERTA de viaje a Perú.