De Lyon a Burdeos en coche

Desayuno incluido.

Hoy comenzaremos nuestra ruta en coche saliendo de Lyon rumbo oeste hacia la región de Auvernia. En poco más de dos horas llegaremos a Clermont-Ferrand, una ciudad con carácter, marcada por su arquitectura de piedra volcánica oscura y el perfil imponente de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Podremos recorrer su centro histórico, con plazas animadas y fachadas neogóticas, y disfrutar del ambiente relajado que la hace especial.

Clermont es también una ciudad universitaria, lo que le da una energía joven y cultural. Recomendamos visitar la plaza de Jaude, uno de los corazones de la ciudad, y probar alguna especialidad de la región como el aligot o los quesos de leche cruda que abundan en esta zona montañosa.

Por la tarde, podemos relajarnos en una terraza o dar un paseo por los jardines de Lecoq. Esta noche dormiremos aquí, en el centro de una región volcánica que empezaremos a descubrir con más profundidad mañana.

Ruta del día: 170 km / Alojamiento en Clermont-Ferrand.

Desayuno incluido.

Hoy dedicaremos el día a descubrir uno de los paisajes más singulares de Francia: el Parque Natural de los Volcanes de Auvernia. A solo unos kilómetros de Clermont se encuentra el Puy de Dôme, un antiguo volcán convertido en mirador natural, al que se puede acceder a pie o en un pequeño tren panorámico. Desde la cima, las vistas sobre la cadena de montañas verdes y cráteres dormidos son impresionantes.

Además del Puy de Dôme, podremos explorar senderos más tranquilos por los volcanes de la Chaîne des Puys, o acercarnos a alguno de los pequeños lagos volcánicos que salpican la región. Esta es una jornada para respirar aire puro, caminar a nuestro ritmo y conectar con la naturaleza.

Regresaremos por la tarde a Clermont-Ferrand, donde podremos relajarnos con una cena informal en alguno de sus bistrós y repasar lo vivido en este día entre colinas, senderos y horizontes abiertos.

Ruta del día: 60 km / Alojamiento en Clermont-Ferrand.

Desayuno incluido.

Continuaremos nuestra ruta hacia el sur para llegar a uno de los lugares más visuales y sorprendentes de este viaje: Le Puy-en-Velay. Esta ciudad, situada entre formaciones volcánicas y pilares de piedra, ha sido durante siglos uno de los puntos de partida más importantes del Camino de Santiago en Francia. Nada más llegar, entenderemos por qué. Las esculturas naturales coronadas por iglesias, estatuas o capillas parecen sacadas de una película.

Podremos subir a la capilla de Saint-Michel d’Aiguilhe, construida sobre un antiguo cuello volcánico, o visitar la impresionante Catedral de Notre-Dame, construida en laderas empinadas y declarada Patrimonio de la Humanidad. Las vistas desde cualquier punto de la ciudad son espectaculares, y pasear por sus calles medievales es como retroceder varios siglos.

La tarde puede ser para explorar más rincones o simplemente sentarse en una terraza a observar la vida local. Le Puy es un lugar que no se olvida fácilmente, y dormir aquí será parte de esa experiencia inolvidable.

Ruta del día: 130 km / Alojamiento en Le Puy en Velay.

Desayuno incluido.

Hoy cruzaremos valles y carreteras secundarias para llegar a uno de los pueblos más mágicos de Francia: Conques. Situado en un entorno rural intacto, este pequeño pueblo parece sacado de un libro medieval. Es uno de los grandes hitos del Camino de Santiago francés y un lugar que rebosa autenticidad y espiritualidad.

Lo más destacado es su abadía románica y el tímpano del Juicio Final, una obra maestra del siglo XII. Las calles de Conques están hechas para pasear sin prisa, descubrir pequeños talleres de artesanos y dejarse sorprender por el silencio, la arquitectura en piedra y el paisaje que lo rodea.

Conques es el tipo de lugar que se visita una vez y se recuerda para siempre. Dormir aquí es una oportunidad única para vivir una noche sin prisas, sin multitudes, solo con la calma del entorno y el sabor del sur rural francés.

Ruta del día: 130 km / Alojamiento en Conques.

 Desayuno incluido.

Nos dirigiremos hacia otro de los lugares más impresionantes de Francia: Rocamadour. Este pueblo, literalmente colgado de un acantilado, ha sido lugar de peregrinación desde la Edad Media y conserva una belleza que impacta desde lejos. El acceso ya es espectacular, pero caminar por sus calles empinadas y escaleras antiguas es aún mejor.

Visitaremos el conjunto religioso excavado en la roca, donde se encuentra la Virgen Negra, y si nos apetece, podremos caminar por los senderos que rodean el cañón del río Alzou. La ubicación y arquitectura del lugar hacen que todo tenga un aura casi mística.

Tras una jornada intensa, nada mejor que cenar en uno de los restaurantes del casco antiguo con vistas al desfiladero. Dormiremos aquí, con las luces del pueblo encendidas sobre el acantilado, en una de las noches más especiales del viaje.

Ruta del día: 110 km / Alojamiento en Rocamadour.

Desayuno incluido.

Hoy cruzaremos una de las regiones más bellas de Francia: el Périgord. Haremos una parada en Sarlat-la-Canéda, una ciudad medieval perfectamente conservada, con calles adoquinadas, casas de piedra dorada y un ambiente muy vivo. Es ideal para pasear por sus mercados, comprar productos locales y almorzar en una terraza al sol.

Después del mediodía seguiremos hacia Burdeos, el gran final de nuestra ruta. Llegaremos a última hora de la tarde con tiempo suficiente para dar un primer paseo por el centro, ver el espejo de agua junto a la Place de la Bourse y elegir un buen lugar para cenar y brindar por todo lo vivido.

Ha sido un viaje diverso, equilibrado y lleno de sorpresas. De la piedra volcánica al vino bordelés, pasando por pueblos con alma y paisajes que no se olvidan.

Ruta del día: 210 km / Alojamiento en Burdeos.

Desayuno incluido.

Último día del viaje. Dependiendo del horario de salida, podremos dedicar unas horas a disfrutar de Burdeos con calma. Pasear por sus bulevares arbolados, visitar la Cité du Vin, hacer alguna compra final o tomar un café frente al río son buenas formas de cerrar el viaje.

Si queda tiempo, recomendamos una pequeña cata en alguna vinoteca local o incluso una visita rápida al barrio de Chartrons, lleno de vida, galerías y terrazas. Burdeos es una ciudad elegante, con ritmo propio, perfecta para terminar este recorrido por el sur de Francia.

Devolvemos el coche de alquiler y emprendemos el regreso a casa con la sensación de haber vivido un viaje auténtico, variado y muy completo.