Viajar y comer siendo celiaco no es una misión imposible. De verdad. ¿Diferente? Sí (a causa de la necesaria preparación del viaje), pero no imposible. Viajar sin gluten nunca ha sido más fácil que ahora, en plena era de internet. Solo sigue estos consejos y verás cómo se desvanece el miedo a morir de hambre en medio de un país extranjero.
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Busca información antes de lanzarte a la ventura
La simple circunstancia de ser celiaco no debe impedirte viajar, ni muchísimo menos. Sin embargo, ser precavido es una virtud, y revisar la oferta de alimentos sin gluten en la zona antes de pillarte vuelos y alojamiento es una opción fantástica para evitar sustos.
Informarte online antes de comenzar tu viaje es básico para comer en el destino que elijas con todas las garantías.
Seguro que con un simple vistazo en internet descubres la experiencia de otros viajeros celiacos en la ciudad y cómo se las apañan. Así verás si los supermercados y restaurantes del país suelen tener productos y menú para intolerantes al gluten o si es algo más complicado encontrar alimentos específicos para tus necesidades.
Llévate la merienda encima, solo por si acaso…
Por muy preparado que vayas, puede que en mitad de una jornada recorriendo nuevos lugares te encuentres en un pueblo cuya única cafetería no tenga productos sin gluten. Para ese tipo de casos, intenta llevarte un pequeño kit de supervivencia con pan, snacks o galletas. Te salvarán la vida más de una vez.
Con tener en cuenta las restricciones entre países en cuanto a transporte de alimentos se refiere, será más que suficiente para que no te requisen ninguna galleta. Sé prudente, no te lleves 4 kg de snacks y no tendrás problema alguno.
Recopilación de puntos para viajar sin gluten
Buscando en foros y blogs seguro que encuentras una detallada recopilación de lugares donde podrás encontrar un completo menú para celiacos. Organiza las rutas diarias para poder comer en cada uno de ellos y listo. Como decíamos al principio, comer y viajar teniendo esta intolerancia jamás había sido tan fácil como ahora.
Coméntaselo al camarero
Si no conoces el idioma del lugar, es buen momento para aprender 4 frases fundamentales. Entre ellas, incluye un par que sean del estilo de “¿tienen menú sin gluten?” o “soy celiaco, ¿qué puedo comer aquí?”.
Si le comentas a la persona encargada de tomar la comanda tu problema, seguro que te ayudará a elegir los platos que puedes ingerir con toda seguridad. Esta intolerancia es muy común en todo el mundo, por lo que que sabrá ayudarte perfectamente.
Comer en aviones y trenes
La mayoría de las compañías aéreas, marítimas y de transporte terrestre cuentan con un menú para disfrutar de unas vacaciones sin gluten. Así que, en principio, solo tendrás que solicitarlo y ya está. No tiene ningún misterio.
En caso de que te hayas decantado por el bus, en general no incluye ningún servicio bar, así que mejor llévate la merienda en la mochila. Solo en algunos servicios premium se incluye algo de comida, y si es así seguro que tienen opciones para celiacos.
Busca un alojamiento apropiado
En caso de que prefieras tener un control absoluto de los alimentos que ingieres, no tienes por qué dejar de viajar.
Lo único que tienes que hacer es optar por un apartamento con cocina y comprar en los supermercados locales los ingredientes que necesites. Así podrás salir cada día de excursión con la garantía de que tienes controlada tu dieta.
También puedes decantarte por hoteles para celiacos que incluyan un menú específico. En caso de que no incluyan los platos en la web, con llamar por teléfono o enviar un email al establecimiento antes de tu viaje tendrás más que suficiente para ir sobre seguro.
Como ves, viajar sin gluten no es solo posible, sino incluso sencillo. Con un par de búsquedas en internet y un poco de sentido común ¡está todo hecho! Que tu intolerancia no te impida conocer sitios nuevos y hacer turismo gastronómico (siempre adaptado a tus necesidades). Comparte este artículo con tus amigos para que sepan que… ¡vas a comerte el mundo!